Me encuentro con una amiga, al preguntarle por su ex esposo, me responde “A ese lo borré y bloqueé de todas las redes sociales, puse orden de alejamiento y más nunca lo volveré a ver, porque vivía corrigiendo y metiéndose en todo lo que yo hacía después que nos separamos”, luego de decirle que no debió hacerlo pasé a contarle una pequeña historia, de mi libro #habilidadesparalavida :

“La primera vez que tuve personal a mi cargo, inicié una depuración de todo aquel que consideraba tóxico para el ambiente laboral que deseaba en mi departamento, luego de listar solo cuatro nombres tres para traslado y uno, supuestamente el peor de ellos, para cancelación, estaba “eliminando las malas hierbas”… Satisfecho de mi selección emito la solicitud y la envío a mi superior inmediato, al otro día suena el teléfono, al responder escucho el característico “Ven a mi oficina por favor”

-¿Porqué? -Mientras me señala el expediente del individuo a desvincular-

-Es tóxico, solo piensa en él, no posee capacidad de trabajo en equipo, ralentiza los trabajos a propósito y aún más se expresa de manera negativa de la empresa y los proyectos tratando de intoxicar a los demás Señor.

-Excelente descripción, ni yo que tengo tanto años conociéndolo le hubiese analizado y descrito como lo haces tú –mientras le agradezco con un movimiento de cabeza, le interrumpo-

-Disculpe, si sabe todo eso, ¿por qué no ha tomado acción desde antes?

-Para eso te llamé, y permíteme responderte algunas preguntas retóricas: ¿Sin las personas que lo acusaron pudiese Jesús haber logrado ser el líder espiritual de la gran parte de la humanidad?, ¿Has visto alguna película de Superhéroes sin villanos?, las personas tóxicas son necesarias para enseñarnos qué cosas debemos corregir, son los menos hipócritas, nos dicen la verdad y, sin ellos saberlo, nos nutren nuestro plan de mejora… Si eliminas a tu enemigo, volverás tu trabajo monótono y nunca sabrás que errores cometes o los puntos de vistas diferentes.

-No lo había visto así.

-Por el contrario, aprovecha ese potencial de negativismo, conviértelo en algo productivo, demuéstrale que puedes hacerlo mejor cada vez, sin que él sepa que es gracias a sus críticas y ataques.

-¡Entiendo, así lo haré, gracias Sr.!

El amigo “Tóxico” terminó siendo mi mejor aliado, sin él saberlo, todavía más, fue mi Asistente durante dos años y al retirarme de la empresa (por una mejor oferta) celebré junto con él su nuevo ascenso”

Si alguien te hace la contra agradécele, si se mortifica por tus logros déjalo que sufra viendo tus éxitos en las redes sociales, si se entromete en tus labores, auto analiza y procede a tomar lo bueno, o lo que te sirva para tu plan de mejora, en resumen, las personas que nos atacan o que viven su vida siendo “Tóxicos” nos ayudan cada día a mejorar, algo más, en la película “Matrix” cuando nace “Neo” también nace “Smith” y, al final de la saga, ambos sucumben al mismo tiempo.

Un día de aquellos en lo que nuestra agenda no tiene un renglón lleno después de las 5pm, decidimos aceptar la invitación de un Amigo y Colega de la Conducta a una “interesante charla” sobre motivación personal, al llegar al lugar puntualmente nos vamos sorprendiendo de las situaciones allí presentes y de la “EGOlocuencia” del Orador a cargo; por cierto, muy elegantemente vestido.

Mientras la corta actividad transcurría, y como un gran conocedor de las actitudes de mi acompañante, voy observando a este individuo, casi cincuentón, sentado a mi lado y realizando cambios faciales inimaginables, gestos que se pudiesen describir desde un sencillo asombro a un elocuente criollo “Si lo agarro!”.

Termina la “AUTOarenga” y ni corto ni perezoso mi anfitrión se lanza a conversar con el “Motivador” que cual estrella de Hollywood se sentía hinchado frente a los flash y las peticiones de tomas de gráficas para adornar los muros de algunos amantes de las redes sociales… Durante la curiosa conversación, de largos y casi interminables siete minutos, se intercambian impresiones sobre las experiencias del individuo centro de la actividad y llega el momento mas temido por mí…

-Discúlpeme Sr. Ud. ha nacido un barrio popular? No!

-Donde ha ejercido sus actividades profesionales?, No responde, descubriendo las intenciones de quien lo desenmascara (ya nos había informado sobre  experiencias prácticas en su pasantía de carrera, consultorio y algunos círculos sociales).

-Cuánto tiempo duró Ud. en pasantía? (Viendo que su respuesta no le llevaría a la debacle responde) -Seis meses… Como si fuera una partida de ajedrez intenta contra atacar a su inquisidor… -Y cuanto duró la suya? Mi amigo le responde:

-Dado que vengo de un paupérrimo sector popular, que me gradué en la Universidad mientras trabajaba, que nadie absolutamente nadie me costeó mis estudios, que no poseo consultorio, que colaboro con cinco instituciones benéficas y de mis ingresos favorezco para que jóvenes resilientes logren graduarse… Mi pasantía Sr. ha sido de 47 años!!!

Al salir dejando al "Gran Gurú de la Motivación" perplejo, sin palabras, recordé lo leído en una frase de Lao Tsé:  “Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.”

Ingresando a una de las místicas iglesias de mi país, entrego el celular a mi acompañante con la intensión de respetar el sacrosanto lugar, la atrevida, sintiéndose extrañada por mi entrada a un lugar poco común para mi persona, activa la cámara y hacer la gráfica, al salir reviso las fotos tomadas de la fachada exterior y al ver esta, siendo fanático de la Película “The Matrix” no pude evitar el que mi piel se ruborizara, imitando a la de las gallinas, busco la foto para realizar una analogía y leo:

“Tras revisar Matrix, de lo que nos habla esta saga es de la necesidad de creer, aspecto tan primordial como lo es el propio acto de elegir, hasta el punto de condicionar cada decisión que los personajes toman”

“Pero, ¿En qué o en quién debemos hacerlo?... Primero, en nosotros mismos (y en nuestras posibilidades); lo que implica asumir, además de quiénes somos, las consecuencias derivadas de nuestros actos… por más que las ignoremos en el momento de hacerlo (algo que le recuerda el Oráculo a Neo: “Uno no puede ver más allá de una lección que no entiende”). Pero a veces no basta con uno mismo, no todas las soluciones pasan por nuestra mano; debemos depositar también nuestra confianza en los demás, creer en ellos, lo que supone en no pocas ocasiones un verdadero acto de fe…”

Concluye el artículo citado resaltando que: “si la creencia es el paso previo, la elección es el fin último…  Con el tiempo aprenderás que hay diferencia entre conocer el camino...y andar el camino. Yo solo puedo mostrarte la puerta, eres tu quien debe abrir… La verdadera libertad no está en el libre albedrío, sino en llegar a entender quién eres, creer en ti mismo y decidir a partir de entonces qué hacer con lo que la vida (o destino) te ha dado (o impuesto)”

Puedes leer el articulo entero en: http://el-mundo-en-el-que-vivo.blogspot.com/2013/10/especial-saga-matrix-y-iii-matrix.html

 Les invito a leer este excelente artículo de José Silié Ruiz enriquecido con toques de neurociencia “Está demostrado, que nuestras neuronas responden mejor a la ortografía que al cómo lucen las letras, es más importante el sentido de las mismas. Deberíamos ser una sociedad de lectores, pues se acepta que la lectura nos estimula el cerebro, nos da conocimientos, nos brinda compañía, y nos da protección contra enfermedades degenerativas como el Alzhéimer” http://hoy.com.do/el-cerebro-y-la-lectura/